Una cámara es solo un objeto

La cámara es solo un objeto, un instrumento. Lo importante es quién está tras ella, el ojo que mira a través de ella.

sábado, 27 de julio de 2013

Un lobo sin garras

Ayer tuve el "placer" de asistir al cine para ver uno de los bombazos cinematográficos del verano, más esperados según la mayor parte de las páginas de fans a lo largo y ancho de toda la esfera que es Internet. Hablo ni más ni menos que "The Wolverine", conocida en España como "Lobezno inmortal". Nuevamente vemos al señor Hugh Jackman, de amplios pectorales y sonrisa fácil tras la cámara, con un toque de chico malo delante de la misma, encarnando al personaje más famoso de la Patrulla X. Tras la entrega de "X-Men: primera generación", esperaba encontrar una película a la altura de esta entrega (me declaro fanático del trabajo de Matthew Vaughn en cuanto al trato fiel respecto a los cómics de X-Men), pero lamento decir que salí con una sensación más bien fría del cine.

Debo admitir, las escenas de acción prometían bastante y la línea que sigue la película, en la que vemos a un destrozado Logan tras haber matado a su amor imposible Jean Grey (X-Men, la decisión final) y la tortura que para él supone. Además, haciendo transcurrir la acción en el país del Sol Naciente como trasfondo escénico, haría que esta búsqueda del perdón propio de Logan fuera una auténtica apoteosis. Sin embargo, esto es Hollywood y temo tener que compartir la opinión de un querido amigo, muy dado a desconfiar (con razón) de las superproducciones hollywodienses, al decir que al final el tiro salió por la culata.

Si bien Japón es un ambiente perfecto para la búsqueda del perdón propio y la redención (el mítico misticismo oriental servido en bandeja), se mezcla con un intento de poner a prueba la canción de Queen y la saga de películas "Los inmortales": Who Wants to live forever? Tenemos por un lado la inmortalidad de Logan, una tortura para él, pero que siempre fue paliada por su actitud de soldado, pero ahora unida a una pérdida del amor que amenaza con perseguirlo de por vida. Básicamente consistió en poner dos tramas muy potentes, que unidas correctamente pueden dar un gran resultado, pero con un simple desliz se estropea del todo. Y ese desliz, en mi opinión, viene a ser el intento de maximizar la recaudación en taquilla con una enorme batalla final que no desvelaré por respeto al posible lector que no haya visto aún la película.

No voy a negar que la batalla, en cuanto a adrenalina y efectos especiales, no me hiciera votar en el asiento de entusiasmo, pero el desarrollo hasta llegar a la misma no es el adecuado (prácticamente la batalla se anunciaba con dos minutos de antelación). Nuestro amigo James Mangold, ese que puso a los toros de San Fermín en Noche y Día en mitad de una plaza sevillana y dio imagen al mundo del topicazo español (Oh, sí, fiesta, tortilla, toros y vino), que parecía desenvolverse bien al principio de la película, trabaja sobre un guión un tanto predecible y con una evolución de los personajes un tanto brusca o realizada con razones un tanto pobres y, de nuevo repito, PREDECIBLES.

Pero me alivio no desesperar, pues la sorpresa en el final de la película sobre el avance de la próxima película de la patrulla X (X-Men: Days of Future Past, actualmente en fase de producción) promete bastante y deja con un sabor delicioso para los fanáticos de los mutantes. Además, contamos de nuevo con el amigo Matthew Vaughn tras la cámara, y si hace un trabajo similar al de su primera filmación de los mutantes creo que valdrá la pena acercarse con unas palomitas a verla en 2014.

Con esto finalizo mi primera crítica sobre una película. Pido a los que lleguéis hasta aquí ayuda en cuanto al tema de mejorar para el futuro (pues debo reconocer que mientras escribo estas líneas me entusiasmo bastante). A los que venís solo para fastidiar y a criticar sin que sea constructivamente os diré:

Fuck you. It's my life

1 comentario:

  1. Hoy he visto esta película y no puedo decir que me haya decepcionado, ya sabía a lo que iba (palomitas), pero aquí se han olvidado del cine.
    La película sirve de soporte para contar una historia que se podría haber quedado en cómic y no pasaba nada.
    Todo lo cinemático termina en el primer sueño en el que Logan ve a Jean Grey. En lugar de usar un flahsback y la mirada de Hugh Jackman necesitan que Jean Grey hable diciendo que es lo que siente el personaje de Jackman. Como si el recurso del primer plano con el del montaje no fuera lo suficientemente convincente. A partir de ahí se olvida que es una película de cine, es cierto que tiene puntos de calidad en fotografía y movimientos de cámara, pero, ¿qué son estos destellos en una película mala?

    En definitiva, Los Orígenes de Lobezno aún con un guión potencialmente más flojo es mejor película que esta secuela de X-Men, que cuenta con un gazapo grande, para no desviarse de sus compañeras.

    ¿Si Logan salva de una bomba atómica en la II Guerra Mundial cómo es posible que sepa el japonés que su esqueleto está recubierto de adamantium cuando realmente se lo habrían puesto unos 35 años después de la guerra? Gran metedura de pata del guionista.

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