Una cámara es solo un objeto

La cámara es solo un objeto, un instrumento. Lo importante es quién está tras ella, el ojo que mira a través de ella.

sábado, 26 de abril de 2014

Sabiendo ser valiente

Hay una pequeña historia, o más bien anécdota, que me gusta contar especialmente cuando alguno me pregunta sobre mi carrera con frases lapidarias como "¿pero eso tiene salidas?", "¿en qué estabas pensando?", "¿pero que se hace ahí?". A todo siempre la misma respuesta: cuando estaba en el colegio, en el bachillerato de económicas con humanidades (más de lo último que de lo primero), nuestro tutor pregunto a los 30 alumnos que éramos:

-¿Cuantos de vosotros queréis hacer ADE con patatas?

De por si ya tenía su gracia este hombre, y aunque no lo decía a mala idea, sirvió para ver algo curioso. Únicamente tres personas no levantamos la mano cuando planteo esa pregunta. De una de ellas no he vuelto a saber nada. De la otra, tuve el placer de volver a verle ayer con algunos viejos compañeros del colegio. Sorpresa la mía cuando me encuentro a un tío con pelo largo, chupa de cuero, una Harley preciosa, una mochila con su equipo fotográfico y la misma mirada que hace tres años cuando levantó la mano y dijo 

-Yo quiero dedicarme a la fotografía

En aquel momento muchos le vieron como un tío raro, como un ser de otro planeta y se hicieron esas mismas preguntas que una y otra vez me plantean a mi. Ese hombre (que ya tiene sus 21 años) es ahora un fotógrafo de prestigiosas revistas como Telva, Vogue, etc. Él mismo me aclaro que no es un fotógrafo profesional, sino más bien aprendiz del oficio, teniendo que comer cada mierda constante como puede, y viviendo una vida errante entre Nueva York (donde casi coincidimos el verano pasado), París, Berlin, Roma, Barcelona, Madrid..., muchas veces teniendo que ir de improviso de madrugada. La vida del fotógrafo de moda, errante y muy dispar. Podía tener temporadas de curro hasta el punto que no dormía más que 3 horas y comía cada dos días (sin desayuno ni cena) o temporadas en las que no hay curro y no duerme más de 3 horas por estar metido en un máster de retoque fotográfico y comiendo cada dos días (sin aperitivo ni merienda) porque hay que ahorrar.

Y sin embargo, no podía ver a un tío más feliz sobre la faz de la tierra. A pesar de todo ese modo de vida, que él mismo dice que desde hace dos años le quitó toda la vida social que llevaba, vino con humildad y la misma mirada y sonrisa que puso cuando le dijo a nuestro profesor 

-Yo quiero dedicarme a la fotografía

Lo suyo tiene salidas. Estaba pensando en aquello que quería hacer. Y hace lo que quiere, y lo hace como debe. No tiene que decirlo, simplemente lo demuestra

Me alegré muchísimo de poder ver que él estaba consiguiendo hacer lo que quería y siendo feliz. Pero como suele pasarme, un defecto mío que trato de corregir porque es ciertamente insano, no pude evitar compararme con él. Fuimos tres los que levantamos la mano. No sé que tal le irá al tercero (espero poder verle algún día), pero desde luego a estas alturas de carrera no creo poder responder a ninguna de esas tres preguntas. 

La razón, sin embargo, la conozco a la perfección y me la dijo claramente este buen amigo cuando yo admiraba su Harley (que no es algo barato de comprar, y la ha conseguido con su propio dinero):

-Yo siempre he tenido claro a que parte quería dedicarme de la fotografía

Frase sencilla, pero con un mensaje poderoso: no podía ser bueno en todos los aspectos de la fotografía. Podía conocer, respetar e incluso hacer una prueba de aficionado. Pero tuvo que escoger uno de ellos y decirse a sí mismo: me toca hacerlo. Con dos cojones. Siendo valiente.

No se puede ser bueno en todo. No es la primera vez que he oído esa frase, y este año especialmente. Sin embargo, las circunstancias como prácticas que no llevan a ninguna parte por su mal planteamiento y exigencia, la consideración que se tiene a los futuro profesionales de nuestra "carrera", unida a esta visión de mi antiguo compañero de pupitre parecen ser el reflejo de la realidad que tiene esa frase. 

Despido este post con un sincero gracias a este buen amigo por demostrar que aún con todo lo que le pase en la vida, siempre tiene tiempo para una jarra de cerveza y seguir siendo el mismo valiente que demuestra más que habla.