Debería decir que se agradece cierto toque de atención por parte de la gente para recordar las viejas costumbres. O más bien un pequeño empujón en una dirección adecuada. Creo que podría decirse que una visita al psicólogo cada dos semanas para desahogarse y soltar prenda no vendría mal. Una vez más, agradecer al señor de Roca Casterly su insistencia y sugerencia bien apreciada y recibida.
La empresa que nos disponemos a llevar a cabo es dura y está llena de altibajos. Muchos serán los que caigan y otros tantos que alcanzarán la cima sin honor ni gloria a base de traiciones. Esa forma de actuar es simplemente algo que no va conmigo. Podría decirse que me ha costado comprender este último detalle, para lo cual he necesitado hacer una visita al Árbol retorcido de la Muerte y ver como incluso el ser más cobarde se convierte en un héroe cuando sigue con honor su propia vida.
El trabajo duro, las decisiones constantes y el no arrepentirse de nada. Son tres cosas que debería aplicarme a mi mismo (no soy inocente de mis cargos señoría: también he pecado), pero que más de uno debería sustituir en el lugar del plagio, las decisiones estúpidas y las puñaladas a la espalda. Hay que ser algo pícaro en esta profesión, dicen algunos, pero ¿cuándo se distingue al pícaro del mero egocéntrico? Son cosas con las que hay que enfrentarse en esta vida, así que mejor hacerlo con decisión y audacia. Ya llegará el momento en que el tiempo colocará a ese tipo de personas en su sitio por sus malas artes y artimañas de tres al cuarto.
A algunos este post les sonará a una crítica. A otros un sabio consejo. Alguno quizá ni siquiera se haya enterado.
A todos vosotros os digo
Fuck you. It's my life
Con esto y poco más os digo: vuelvo a las andadas y mi deuda quedada saldada.
Nos vemos entonces de nuevo en un par de semanas, yo escribiré la mía en unos días.
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